En su práctica clínica el psicoanálisis parte de la consideración de que el sujeto es capaz y
responsable, es decir, que tiene en su mano hacerse cargo de las circunstancias de su vida
(inseparables de sus elecciones conscientes o inconscientes). Pero el psicoanálisis no es únicamente
un saber hacer en la clínica, es también una teoría sobre la subjetividad y los vínculos sociales.
Junto con otras perspectivas ha contribuido a debilitar la idea de una razón humana omnipotente al
mostrar como sus condicionantes no son transparentes, ni evidentes, para el propio sujeto; ha
cuestionado también el ideal de un sujeto humano universal y abstracto como fundamento sólido de
cualquier forma de organización social, una supuesta naturaleza humana esencial que marcaría un
programa de acción necesario. Así, paradójicamente, mientras se trabaja en la clínica bajo el
presupuesto de la subjetivación, es decir, de la capacidad de escapar del fatalismo de un destino
obligatorio, de aspirar a algo más que la mera integración adaptativa a lo que hay; a la vez, se
señalan los límites de una idealización metafísica del sujeto como agente omnipotente dueño y
señor de sus actos.
Esta paradoja tiene importantes implicaciones para la política. Tratando de escapar de las
idealizaciones y del fatalismo, buscaremos sacar algunas consecuencias de ello y someteremos a
discusión la hipótesis de que podemos encontrar en el psicoanálisis aportaciones relevantes para
apostar por la política y la actualización de los proyectos emancipatorios.
Hoy, a partir de Mayo del 68, los feminismos, estudios subalternos,... sabemos que la
transformación de las estructuras y las condiciones materiales de vida no pueden pensarse sin
atender a los sujetos que las habitan; que política, vida y subjetividad están íntimamente
entrelazadas. Y que, por tanto, atender a esta es necesario para pensar aquellas, tanto para analizar el
modo como se constituyen las relaciones de poder y dominación, como para pensar en los resortes
para su modificación. A lo largo de su historia el psicoanálisis ha sido interpelado críticamente
desde diferentes perspectivas preocupadas por una transformación política. Muchas veces para
señalar los límites de su práctica clínica o sus efectos normativos y normalizadores (de la
sexualidad, la familia,...). Otras, para establecer alianzas con algunos de los discursos
emancipadores más importantes: feminismos, anticolonialismo, marxismos... utilizando con más o
menos fidelidad conceptos y herramientas que se actualizan en sus usos políticos. Más de un siglo
de historia ha dado lugar a polémicas, rupturas, grandes batallas o pequeñas discrepancias, también
a complicidades y alianzas creativas. Además, en los últimos años estamos asistiendo a un renovado
interés por el psicoanálisis como perspectiva para pensar políticamente la situación (capitalista)
dominante.
No esperamos encontrar una síntesis virtuosa de todas sus polémicas, o una resolución final, a favor
o en contra. Simplemente aspiramos a poner en diálogo y facilitar encuentros, pequeñas líneas de
discusión, de fuga o de convergencia, que puedan entrecruzarse, hacerse más fuertes o más finas
para mezclar mejor o para decantar más claramente las diferencias y/o las complicidades posibles.
Se trata por ello de un experimento para encontrarnos entorno a preocupaciones similares desde
presupuestos diferentes: conocedoras, profundas o superficiales, del psicoanálisis, desconocedoras
totales, curiosas a tiempo parcial, o simplemente interesadas. No es necesario entonces tener un
conocimiento previo sobre psicoanálisis. Pero son igualmente bienvenidas aquellas personas que sí
lo tienen. De cualquier modo tendremos especial atención para hacer claros y accesibles
vocabularios y conceptos para facilitar así la discusión sobre ellos.
Metodología:
Trabajaremos en cada sesión simultáneamente estos dos objetivos presentando un tema/problema
contemporáneo (los afectos y el deseo, la deuda y la culpa, la diferencia sexual, lo común y lo
colectivo, la política emancipatoria) de modo que permita presentar algunos conceptos y poner en
discusión sus usos como herramientas de análisis y pensamiento.