Por Juan José Ruiz Travieso
A estas alturas a nadie se le puede escapar que el movimiento pacifista ha sido uno de los principales movimientos sociales del siglo XX y que ocupa un lugar fundamental entre los movimientos sociales del primer cuarto del siglo XXI. Pero todo movimiento social necesita conocer la memoria histórica de la que se nutre. Y ahora vemos con cierta perspectiva la importancia de los hechos históricos de la última fase de la dictadura franquista y de la etapa que solemos denominar como transición.
El Grupo de Noviolencia Elaia-AA.MOC surge tras el Referéndum de la OTAN en 1986. Después de 35 años de activismo, continuamos nuestra acción promoviendo alternativas noviolentas como forma de resolver conflictos y lograr un mundo más justo. Desde el grupo de Noviolencia Elaia-AA.MOC nos hemos implicado en acciones contra el servicio militar obligatorio y en apoyo a la Insumisión. Hemos coordinado campañas anti OTAN y contra las bases militares en la provincia de Cádiz. También participamos en el programa escolar Educación para la Paz, como forma de contrarrestar los intentos de militarizar la escuela y la educación.
Nuestras acciones, fruto de procesos de trabajo de creación colectiva, denuncian el gigantesco gasto militar, promueven la objeción fiscal y señalan las numerosas instalaciones militares y fábricas de armamento que existen en nuestro territorio. También denunciamos las implicaciones del militarismo en el cambio climático, o en el inhumano control de fronteras ante la inmigración.
Reivindicamos la necesidad del trabajo antimilitarista junto al feminista y el ecologista por la conquista de derechos sociales básicos. Por eso colaboramos con colectivos como Ecologistas en Acción, Mujeres de Negro o AA.MOC, habiendo formado parte de la Red Antimilitarista Noviolenta de Andalucía.
A inicios de los años 90, creamos el Centro de Documentación para la Paz CEDOPAZ. En su sede de El Puerto de Santa María (Cádiz), se encuentra una biblioteca especializada en temática pacifista compuesta por publicaciones y audiovisuales disponibles para consulta y préstamo. Además, el CEDOPAZ alberga un archivo constituido por fondos documentales de personas y organizaciones pacifistas muy relevantes para el movimiento de la Noviolencia, tales como Gonzalo Arias, Cristóbal Orellana, Manuel Ruiz, Ramón Carratalá o la Asociación AHIMSA de Vélez Málaga.
Hace poco presentamos un proyecto, junto a la Digitalizadora de la Memoria Colectiva, que no consiguió ser seleccionado para su financiación. Esta convocatoria se presentaba como una oportunidad para organizar todo este valioso material, seguir recibiendo fondos documentales y ponerlos a disposición de artistas y de la ciudadanía para extender el mensaje pacifista, imprescindible en estos tiempos aciagos para la paz.
Nuestros actos de desobediencia pacífica, realizados frente a la base militar de Rota desde hace más de 30 años, beben de disciplinas artísticas como la performance o el happening. Hemos producido y realizado audiovisuales como herramienta de trabajo en el aula, como los documentales Gonzalo Arias, aprendiz de noviolento, y más tarde Gaudium Spes Arias Beunza. Hemos realizado talleres y grupos de trabajo sobre Paz y Noviolencia en centros educativos de la provincia de Cádiz, con actividades como: representaciones sobre el Guernica de Picasso a partir de un puzzle a tamaño natural, recitales de poesía, de música o debates. Hemos llevado una exposición de carteles contra la guerra y actuaciones musicales, en itinerancia por la provincia de Cádiz. Llevamos a cabo diez ediciones de la muestra Cine para la Paz con el apoyo de la Concejalía de Cultura del Ayto. de El Puerto de Santa María y la colaboración de entidades como el Cine Club Melies o la Asociación de Solidaridad con el Pueblo Saharaui Amal Esperanza. Hemos colaborado en el programa de Radio Pan y Rosas, Noticias de PAZ para una revolución noviolenta.
El título de este proyecto era: Noviolencia, semillas de paz. ¿Por qué nos parecía un proyecto necesario? Vivimos un momento de frenética escalada bélica mundial. Una escalada que, como de costumbre, va acompañada de la legitimación de varias formas de violencia. Es la llamada violencia de los buenos. Si miramos atrás, podemos comprobar el nivel de muerte y destrucción en que podría sumirnos esta reivindicación del uso de la fuerza en legítima defensa. Esta justificación no sólo pone en riesgo la vida, sino que compromete seriamente cualquier otro objetivo de los ODS. Sin una cultura de la paz desde la paz, que reivindique las estrategias noviolentas de resolución de conflictos y cuestione el crecimiento del gasto militar, tendremos muy difícil emprender la transición ecosocial que tanto necesitamos.
Nuestra propuesta nace en la provincia de Cádiz, una de las más militarizadas del país. Aquí se encuentra, desde hace más de 70 años, la base militar estadounidense de Rota. Una infraestructura militar utilizada en numerosas guerras internacionales y que alberga un arsenal de armas de destrucción masiva, disfrazado bajo el nombre de “escudo antimisiles” . Existen conglomerados de industria militar desde la que se exporta maquinaria de guerra a dictaduras como Marruecos o Arabia Saudí. También son frecuentes las maniobras internacionales en el estrecho y nos visitan a menudo submarinos nucleares en Gibraltar. Un estrecho de Gibraltar que, como frontera sur de Europa, está también altamente militarizada.
En esta provincia, el Grupo de Noviolencia ELAIA-AA.MOC custodia una valiosa y vulnerable memoria: la de muchos colectivos y particulares que han utilizado el pacifismo como herramienta para alcanzar la justicia social y que reivindican la Noviolencia como única forma legítima de resolver conflictos. Un legado que cuestiona esa idea que vemos extenderse día a día de que la violencia de los buenos es un tipo de violencia admisible.
Esta memoria es también en cierta manera un catálogo de acciones que nacen de la creatividad colectiva. Un catálogo de resistencias Noviolentas en favor de la paz. Como los valiosos testimonios del pionero del activismo pacifista Gonzalo Arias que ya a finales de los 60 realizase las primeras acciones de resistencia pacífica a la dictadura , o las creativas acciones del movimiento Anti OTAN o del movimiento de objeción de conciencia, por la supresión del servicio militar.
Creemos que en estas memorias se encuentran poderosas semillas de paz que pueden ser el motor de acciones creativas de resistencia pacífica en el presente. Ideas y propuestas con las que nos gustaría contagiar a las generaciones más jóvenes, aquellas que precisamente van a tener que lidiar con las consecuencias más graves de esta escalada bélica desenfrenada que estamos viviendo.
Rememorar el pasado, con la distancia de los años, resulta un buen ejercicio para entender las bases de un movimiento ciudadano, sus características, fortalezas y debilidades que cuesta ver con claridad cuando estamos en mitad de una lucha concreta. ¿Qué podemos aprender de las acciones Noviolentas de Gonzalo Arias contra la dictadura franquista? ¿Cómo se perciben en el presente? ¿Qué ideas del pensamiento pacifista lograron germinar y dónde? Lo mismo ocurre con la lucha colectiva (y victoriosa) por la supresión del servicio militar obligatorio. ¿Qué claves seremos capaces de extraer si nos detenemos a analizar el movimiento de objeción de conciencia que contagió del espíritu pacifista y Noviolento a una gran parte de una generación
Estos encuentros en torno a la memoria son también un lugar excelente para pensar en un conjunto de artistas con los que trabajar. ¿Desde qué ámbitos se puede hacer un ejercicio de remezcla de todo este legado que permita producir obras artísticas sobre la noviolencia y la paz a día de hoy? Como se trató en un Congreso en Granada, la Música y la Poesía pueden ser y son de hecho dos vías privilegiadas para la Cultura de Paz. Pero también otras iniciativas artísticas como el Cine o el Teatro. Iniciativas que puedan motivar a las generaciones más jóvenes. Un semillero de ideas para responder de forma colectiva y noviolenta a los retos sociales y ambientales que se presentan en un futuro muy cercano.
En el año 2021 hemos publicado el libro La Marcha a la Prisión por la libertad de Pepe Beunza y los objetores presos. 20 años sin mili y 50 años de noviolencia y desobediencia al militarismo. La acción continúa… Cincuenta años después, analizamos la importancia de esta Marcha y las diversas líneas de acción que surgieron a partir de ese momento.
Tenemos el proyecto de publicar otro libro sobre la VII Marcha Internacional noviolenta por la desmilitarización que tuvo lugar en la provincia de Cádiz en 1982.
Estamos en contacto con la Universidad de Cádiz para participar en el proyecto de Archivo histórico de los movimientos sociales. Por otra parte, colaboramos con la editora y profesora de la Universidad de Berna, Bénédicte Vauthier, para reeditar la obra de Gonzalo Arias Los encartelados y reivindicar la importancia de su figura. También se baraja el proyecto de publicar un epistolario de cartas de Gonzalo y el círculo de figuras con quienes mantuvo correspondencia.
Con memoria, la acción continúa…