Mujer Aparadora. Precariedad, género y salud mental: Feminización de la pobreza

Por Sandra Gonzalez Juan y Alba Hernández Tobarra

Las aparadoras son uno de los sectores de la industria del calzado más precarios en Elche. A quines más afecta a las mujeres, ya que ser aparadora es trabajo de mujeres. Locales clandestinos de mujeres aparadoras,que trabajan sin contrato, sin seguridad social, acoso laboral, discriminación laboral...y condiciones infrahumanas.

Todo estos hechos, y muchos más las mujeres  viven en silencio e invisivilizadas, como le ocurrió a Aurora Sales Olmedo, quien nos cuenta su historia en la entrevista. Una mujer que no pudo más con su situación y pidió un contrato a su empresa, y tras eso la echaron.

También nos contará cuál es su situación en salud mental, tras el acoso laboral, y una serie de situaciones estresantes que derivan en una fuerte depresión. Esta, y otras muchas más son realidades que vivien las mujeres aparadoras, desamparadas, invisivilizadas, explotadas...procesos judiciales que no ayudan, sino que les dan la espalda.


Tras conocer el caso de Aurora Sales Olmedo, como mujer aparadora en el sector del calzado de Elche, un oficio lastrado por la economía sumergida. Aurora Sales, decidió romper ese silencio que sufren las mujeres aparadoras, ya que llevaba un largo tiempo sufriendo acoso laboral, agresión verbal, abuso de autoridad, discriminación laboral y aislamiento.

Las mujeres dentro de la industria del calzado siguen siendo una minoría en puestos  de responsabilidd de la empresa, suelen ocupar el trabajo de aparado o envasa. El salario sigue siendo inferior al de los hombres. No tienen contratos, trabajan en condiciones infrahumanas, sin seguridad social y todo esto está invisibilizado, y en las mujeres tiene consecuencias en la salud física y mental.

Este tipo de trabajos están totalmente normalizados en la sociedad, aunque no sean legales, existen, y es una realidad capitalista.

Aurora podríamos decir que fue una anomalía, porque rompió el silencio y habló. Quiso sus condiciones como trabajadora. Todo ese dolor y malestar recibido por el acoso  laboral, agresiones verbales, discrimanación… todo esto le llevó a apropiarse de la fuerza del dolor para pedir justicia, para luchar por lo que era suyo, y politizar su malestar.

Aurora ahora sufre de depresión y consume fármacos para gestionar el malestar, una vez al mes va a una psicóloga, que le asignan en su médico de la seguridad social.

Su proceso de recuperación psicológica y física sigue una dinámica de la sociedad neoliberal y capitalista en la que vivimos, con una psicóloga que sólo le escucha una vez al mes y 1 hora la sesión. Con esta forma de actuar, podemos dejar claro, que no existe una integración del cuidado dentro de la salud mental en situaciones así. Los cuidados no son la primera preocupación.

Aurora nos decía que  ahora “se siente inútil”, esta frase  es una consecuencia de la realidad global neoliberal y como cuestión social, el malestar.  Personas que, sin sus trabajos se siente que no sirven para nada, son inútiles, y despojos de la sociedad, sin trabajo y sin ser productivo, a la sociedad no le sirves. Así pues, las personas interiorizamos esa forma de pensamiento, y tras quedar en paro, no encontrar trabajo, no poder mantener una familia, no poder pagar una hipoteca… entramos en depresiones, ansiedad, estrés, hasta el suicidio.

Esta realidad que camina por las calles, es invisible, siempre existe una escusa o siempre la sociedad te dará algo para acallar tu malestar, y que de una manera u otra sigas dentro de la ruleta del capitalismo.  Además, estás solx, los problemas son de cada casa, siguiendo el mito de la independencia. Podemos ver que además,  Aurora por ser mujer siente que tiene que estar bien para cuidar a su nieta, los cuidados en las mujeres se anteponen a nuestro propio malestar, la familiar se antepone a nosotras mismas.

Identificamos la no colectivización del malestar con lxs compañerxs, se respira un ambiente de trabajo individualizado, cada unx con sus problemas. Vemos la falta de colectivizción para aportar soluciones a los problemas, para ello habría que crear una conciencia colectiva de lo común, de colectivizar el malestar, y poner en práctica dinámicas de trabajo cuando una persona en su puesto de trabajo está siendo acosada. Y en esta situación, que la persona que está siendo acosada, no pueda sentir miedo, y esté respaldada por sus compañerxs para poder actuar y detener esa situación, se trataría de acabar con la individualización , acabar con, que cada unx en su puesto de trabajo,y lo que le ocurra al vecino no es asunto nuestro.

Y no dejar que casos como el de Aurora y muchas otras mujeres, su situación se quede escondida, olvidada y como un caso más. Que la justicia ni siquiera escuche, ni de la oportunidad de hablar a la persona afectada, quizás esto no ocurriría si le diesemos colectivamente la importancia que tiene, si nos uniésemos, incluso dejásemos todxs de trabajar por una situación así. Deconstruir lo que nos han enseñado, no es fácil, crear una nueva conciencia de lo colectivo es el objetivo para cuidarnos, en este caso en nuestro puesto de trabajo.

Quizás también crear fuera del trabajo reuniones de trabajadorxs para poder hablar de las situaciones que cada unx siente, hacer redes de apoyo, materiales, emocionales u otros y poder satisfacer las necesidades del colectivo. Tener cajas de resistencia por sialguna persona se pusiera enferma. Si algunx necesita ir a alguna terapia poder gestionar los gastos.

Aporvecharnos del dolor creado para colectivizarlo, y que el individulismo no sea la única forma de progreso, es necesario crear vínculos duraderos y colectivos para luchar en esta sociedad neoliberal, patrialcal, capitalista, racista y misógina en la que quieren que vivamos.

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